top of page
Buscar

Ministerio y Patología: ¿Una relación disimulada?

Actualizado: 17 ago 2019



En una lectura arriesgada, quizá prejuiciosa, uno pudiese observar como la implicación excesiva en un compromiso cualquiera pudiese suponer también un signo clínico importante, sobre todo si es que el material que subyace a la labor es de carácter rígido, dogmático o apodiptico. Evidentemente lo que pudiese ser aquí una especificación, no especificara a algunos, es probable que ni siquiera lo haga a la mayoría, es quizá solo una minoría de la cual reflexiono. Pero sin saber yo donde específicamente apuntar, me arriesgaré a disparar una reflexión antojadiza con un gran margen de error.


Desconfío muchas veces y reflexiono con inseguridad, sobre como algunas fricciones de un tipo especial de ministerio teologizado simplifica no solo una concepción escindida y fragmentaria de la vida y el acto de vivir, sino también en como impone esta como si fuera algo que nos terminará o nos debiera terminar de conmunar a todos por igual, prescindiendo de las diferencias, totalidades y preferencias que corresponden con cada persona en cuanto a la construcción de su subjetividad individual. Y es ahí, justamente, en esa misma imposibilidad del reconocimiento y la asimilación de la diferencia, en donde se deja ver su signo; como uno que por un lado grita pidiendo ayuda y, por el otro, sigue erotizado en su opio.


Por: Fabian J. Castañeda Vidal.

 
 
 

Comments


bottom of page