LA PASIÓN
- fabianjesusvidal
- 6 ago 2019
- 2 Min. de lectura

Versa sobre nada, y deja su huella encima de todo. Siempre transita por encima, pero vive subyacientemente. La pasión es como un ave que vuela en lo elevado de los aires, pero no pasa un día sin que pise tierra dejando alguna huella en el mundo de los terrestres. Pasión no es una palabra neutra, sino más bien una cargada de sentido, dirección y significado. Aunque pasiva. Pero pasiva no como algo que no interviene y permanece quieto frente al movimiento del mundo, sino pasiva en su condición de sobrellevar lo que lleva sobre sí. En opuesto con un dinamismo activo, la pasión no es algo que se ejerce, sino algo que se padece. A diferencia de la acción, ésta no depende de la acción o la voluntad, sino del asombro, la aceptación y la identificación de sí misma. No es compatible con el amor, porque es el amor en si mismo. No un amor manipulado, configurado a priori en un dispositivo amoroso que supone formas y lógicas del amar, como el decir te amo o el apropiarse delx amadx, sino como un amor desconfigurado, sin preexistencia; un amor único, que se recrea en cada momento en que muere y nace, siendo diferente, impredecible, des-antropomorfizado. Naciente. Originario.
La pasión no es sino la inmensidad de un [algo] experimentado por pocos. Una afección tormentosa de la cual no se puede sustraer fácilmente. Supone una sensación de esclavitud intensa; de manera que quien está apasionado por algo, no puede liberarse sencillamente de sus cadenas. Renunciar a la pasión es renunciar a la vida, porque renunciar a la vida es renunciar a vivir sin pasión.
Por: Fabian J. Castañeda Vidal
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