Análisis sobre película “La Ola” (Die Welle).
- fabianjesusvidal
- 25 may 2019
- 5 Min. de lectura

La fuerza omnipotente de la identificación pareciese verse desplegada en todo tiempo transcurrido durante La Ola, una película de drama alemana dirigida por Dennis Gansel basada en el experimento de la “Tercera Ola” realizado por Ron Jones, quien intenta demostrar como incluso las sociedades libres y abiertas no son inmunes al atractivo de ideologías autoritarias y dictatoriales.
Sin ánimo de hacer un resumen de la película, se dará por sentada su asimilación comprensiva, tanto de su contenido como de sus personajes, para de esta forma enfocar el tiempo y espacio en favor de un análisis que abarque los siguientes conceptos: Psicología de las masas, Identidad Social, Teoría del Rol, Maldad (Zimbardo) y por último, una reflexión que integrará los conceptos: Sumisión, Desidentificación, Obediencia y Conformismo.
Tal como afirma Gustave Le Bone, en su libro “Psicología de las masas” (1895) “la idea de unidad se reproduce y se contagia”, como la idea del personaje llamado así mismo Rainer Wenger, profesor y líder del grupo que posteriormente viene a denominarse así mismo la Ola. Los dichos, frases y palabras que menciona el profesor, vienen a convertirse en una ulterior ley; digo esto porque desde una mirada crítica-social, sus palabras se vuelven dogmas. En una primera instancia de “conformación del grupo”, éste comienza persuadiendo a los chicos de la escuela de que ellos serán quienes revolucionaran toda Alemania; el fundamento, digámoslo así ”teórico” de esta afirmación, va a ser impulsado y logrado su cometido a través de tres claves dogmáticas mediante las cuales éste explaya su discurso de identificación social: la «Fuerza mediante la disciplina, la fuerza mediante la comunidad, la fuerza a través de la acción, la fuerza a través del orgullo».
La Psicología de las masas, explica muy bien el fenómeno que ocurre posteriormente. Es curioso que, mediante ciertas condiciones, una muchedumbre de personas “individuales” presentan características nuevas muy distintas a las de su propia individualidad. Esto se hace posible únicamente en cuanto la individualidad se desintegra dando paso a una mentalidad colectiva, o dicho de mejor modo, de una identidad colectiva; En el caso de Tim, por ejemplo, éste se presenta al principio de la película como un joven más bien tímido, inofensivo; incluso como un joven que todo el tiempo busca complacer al resto, buscando la inclusión y aceptación mediante regalos y otros favores ( considérese que en una ocasión este se acerca a un grupo de pandilla para regalarles marihuana de forma gratuita y sin conocerles), sin embargo, cuando el grupo se establece, Tim toma un rol muy activo, fanático y decisivo en la función del grupo, es curioso que las características individuales que éste presentaba ya no las presenta más; en una ocasión Tim se desafía a hacer algo peligroso, y grafitar el logo de la Ola en lo alto de un edificio, en otra, defiende al grupo de una pandilla apuntándoles con una pistola. Pareciese ser que las características de Tim se han transformado, Tim ahora es otro, debido a que se ha mimetizado con su entorno y está actuando un papel significativo. Hemos abarcado hasta ahora dos conceptualizaciones importantes: una, la psicología de las masas y dos, la identificación; como una tercera, conectada al papel que improvisa Tim, abarcaremos el análisis desde la Teoría del Rol. Pero antes de pasar a esto, es importante mencionar solo algunos elementos que contribuyen en la construcción social de la identidad colectiva: 1) uniforme camisa blanca 2) Logo 3) Saludo.
Desde la teoría del Rol, ha de entenderse que cuando los participantes de la comunidad la Ola, se vinculan e identifican con ellas, se obligan a ellos mismos, y también el entorno mismo les obliga a comportarse de tal forma. Tal es el caso de la chica que compartía el mismo espacio de la Ola, pero no quería comportarse como ellos, no se levantaba para hablar, no hacia el saludo marcial y no compartía sus intereses. Esta chica es excluida por no comportarse como tal. La identificación con el Rol la Ola, presupone una característica desafiadora como componente masivo de la personalidad. Esta actuación o posición, permite a los participantes cometer diversos tipos de vandalismos, como rayar murallas, enfrentarse a la policía, y en ultima instancia, donde encontramos necesariamente un punto de encuentro con Zimbardo, el ejercicio del poder que ejerce el grupo, y los individuos del grupo, a través de su posición y rol, les lleva a sacar lo peor de si mismos, esto es la maldad expresada en Tim, al matar a su compañero y suicidarse así mismo, en favor del grupo.
Reflexión
Me ha parecido revelador observar críticamente el alcance de la manipulación de masas a través de todos los conceptos que le preceden. Las preguntas que se han abierto en mi mente a través de este trabajo mental han ido comprometiendo la pregunta también por el ser: ¿Qué es ser universitario? ¿Qué es ser joven? ¿Qué es ser profesional? Me resulta curioso que, en cierta medida, toda identificación ontológica que involucre el ser en lenguaje contemporáneo, tenga que ver con unas cuestiones muy factiles y poco ontológicas; No podría no dejar de pensar en una idea Heideggeriana respecto de lo óntico y lo ontológico: Lo óntico tiene que ver, según Heidegger, con el lenguaje de las cosas, y por otro lado, lo ontológico se vincula con el lenguaje del ser. Pero el ser humano habla el lenguaje de las cosas, no habla el lenguaje del ser. Decimos “somos”, cuando estamos “haciendo”; y cuando estamos haciendo, nunca estamos haciendo para nosotros, sino que estamos haciendo foucolteanamente para un otro. Ese otro hace posible que sigamos siendo, pero en la medida en que dejamos de ser. Me parece impactante la idea de que la desindividualización y la perdida de autoconsciencia sea la única que haga ser posible, a veces, “ser parte” y ser…también, manipulados. Cuando nos sacamos de encima lo que nos ensimisma individualmente, es cuando estamos, entonces, vulnerables a ser sumisos, conformistas y obedientes a todo lo que nos suponga un dispositivo colectivo. Como no mirar desde esta lente, la actividad del universitario: somos, en cuanto rendimos exámenes [Onticamente], porque abandonamos el “ser” universitario del aprendizaje; no estudiamos para aprender, ni para servir a la comunidad, estudiamos para “ser” profesionales a través de “ser” un rendidor de exámenes; no lo elegimos, las normas del grupo universitario estaban subscritas a priori, lo padecemos; y cuando nos oponemos, ní nos leen ni nos escuchan, porque todos están sumisos, conformados obedientes y adoctrinados; la colectividad ha hecho un acuerdo de lo que significa ser universitario… y así nos ignoran. Somos raros, pero somos el 1% que, según Asch, podría “ser” también 13.
Por: Fabian J. Castañeda Vidal
Bibliografía:
Bon, G. L. (1895). Psicología de las masas. Estudio sobre la psicología de las multitudes . Francia : Hachette.
Kommentare